jueves, 25 de agosto de 2022

Victoria Urquiza

Fotografía: David Esteban

Profesora en Lengua y Literatura, forma parte de la colectiva P.A.P y del Colectivo Write like a girl. Participó  del grupo-taller Más allá de las palabras. Coordinó, en compañía de Ivana Carrizo, el taller para adolescentes Frankenstein. Fue organizadora del ciclo de arte joven Oídos aturdidos por palabras jóvenes, espacio «destinado a chicxs entre 15 y 21 años». Además, junto con Laura Martín llevó a cabo el proyecto Literatura Zombie para la difusión de literatura por medios no convencionales. Ha publicado en revistas digitales y en algunas antologías. Es autora de Luna en Escorpio (Ed. Caleta Olivia, 2018), Darse cuenta (Payana Ediciones, 2022) y de las plaquetas autoeditadas Registros, Puedo ponerme ñoña y decir, Abecedario de la pérdida y Paraíso perdido. Actualmente, facilita el taller Todas las puertas son para salir y, junto a Marinés Scelta, el taller Caja de herramientas.

 

Todo cuerpo es una casa que se derrumba
 

Todo cuerpo es una casa que se derrumba
una destrucción que crea
herimos la superficie que absorbe la tinta
sobre todo origen
el principio del caos
la abolición de los finales
apogeo y ruina
irrumpen en los paisajes conocidos
romper
romper
romper
nada que nace viene solo de la vida

 

Oración

«Madre: es tu desamparada criatura quien te llama»
Olga Orozco


sálvame Madre
de ser quien soy
de mi hambre constante por un son que no me pertenece
de los muertos que quieren su venganza en el revés de la noche

sálvame Madre
cualquiera sea el sitio que habitas
tengo los ojos llenos de cenizas
para acostumbrarme a andar las sombras

di mis huesos a amantes tibios hasta el aburrimiento
que agrandaron heridas con la misma pasión con la que amaban
yo no sé cuidarme del amor de los hombres
esta tristeza que sube como caracoles
tiene casa en mi sangre

he quedado huérfana de toda espera
me hice mujer a mi imagen y semejanza

sálvame de haber querido ser otra
y quemarme las alas en cielos ajenos
sálvame
de esto que no tiene nombre
de andar desnuda demasiado tiempo
vistiendo trajes de emperadores

sálvame de no poder conjurar mi propia sed
de ser el hueco donde retumben otros lamentos
de andar con demasiada prisa y no encallar
de quedarme en árboles enanos

sálvame
de las distancias precisas
de decir la verdad cuando haya que mentir
de ser dadora inútil

sálvame Madre
me quedé niña lamiendo secretos

ahora necesito
la piel tensa de las serpientes
y mi olor para reconocerme entre los vivos

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